Entre cielo y mar

Entre cielo y mar

sábado, 30 de mayo de 2015

GR92: 1º y 2º etapas: de Portbou a Port de Llançà y de Port de LLançà a Cadaquès.

GR 92: Portbou-Colera-Port de LLançà y Port de Llançà-Port de la Selva-Cadaquès
(17 de Mayo de 2015)

Datos técnicos: 32,34 km (11,93 km+20,41 km), 1268 m de desnivel positivo, 8h de marcha con paradas.  Agua y comida en casi todo el trayecto, excepto el tramo final entre Port de la Selva y Cadaquès. 

Primeras etapas del GR92, perfectamente asumibles en una jornada, acabando en una bonita localidad como Cadaquès. Hacer sólo la primera etapa supondría poco más de 3 horas, por lo que es recomendable prolongar la marcha hasta Cadaquès y con un razonable esfuerzo anotar en nuestro cuaderno de ruta un par de etapas del GR92. 

Salimos temprano de Parets del Vallès con Nandi, José María y Luis, para llegar a Portbou sobre las 8:00 con el tiempo justo de tomar un café en un chiringuito de la pequeña playa. Aquí se inicia la Alta Ruta Pirenaica, en un poste indicador. Salimos del pueblo tras subir un tramo de escaleras y ascender por una loma hacia el Coll de Frare (205 m), donde la tramuntana (viento del norte) nos azota, afortunadamente a favor de nuestra ruta hacia el sur. De PortBou comentar dos cosas: su gigantesca estación (al ser frontera con Francia), ahora en desuso, y la ventosidad de su clima. Las rachas de 150-160 Km/h son habituales (en alguna ocasion se han registrado 210 Km/h), pero tanto habitantes como vegetación se han adaptado en un largo proceso de "selección natural". Pensad que no se trata de un observatorio de montaña, sino que está al nivel del mar. Por estas comarcas se suele decir que el viento genera locura, y realmente no es de extrañar. 


 Playa de Portbou, inicio de la Alta Ruta, y al fondo el Coll de Frare (205 m).

Tramo de escaleras en Portbou antes de coger el sendero. 

Subiendo se aprecia la mastodóntica estación de Porbou. 

Alcanzando el Coll de Frare azotados por la tramuntana

Colera, Llançà y al fondo El Port de la Selva.  

Flanqueando hacia la derecha  con un fantástico panorama. 

Agradabilísimo sendero. Luego desciende por la loma hacia Colera. 

Jose María bajando hacia Colera. 

Venimos del collado de la derecha (Coll de Frare) y bajamos por esta loma. 

Llegando a Colera. La ruta seguirá por el collado de Sant Antoni (75 m),
que se aprecia a la derecha de la imagen. 

Iglesia de Colera. 

No es Mikonos...Es Colera. 

Desde el Coll de Sant Antoni en  primer término Colera y de izquierda 
a derecha Puig Pelat (378 m),Puig Gros (313 m), Coll de Frare (205 m) 
y Puig del Claper (230 m). 

A continuación descendemos hacia la playa de Garbet, tras superar la via férrea por un túnel y seguir una riera seca. La playa se atraviesa, se asciende para evitar los acantilados y luego sigue la línea de costa por un bonito sendero hasta llegar a la Cala de les Assutzenes. Aquí se puede visitar el Cap Ras, aunque el camino del GR92 gira hacia la derecha por un bosque ralo de pinos para atravesar un pequeño itsmo y llegar de nuevo a la línea de la costa, desde la que ya divisaremos LLançà. 

Bajando hacia la playa de Garbet.

Pequeña bahia de la playa de Garbet, minipenínsula del Cap Ras 
( se ve el itsmo por el que pasamos y la Cala de les Assutzenes), bahía de 
El Port de la Selva y al fondo el Puig dels Bufadors (432 m) y 
El Pení (613 m),coronado por una base militar (radares).  El GR92
pasa por la izquierd del Puig dels Bufadors. 

Atravesando bajo en tren y la carretera por una riera seca (Riera de Molinàs).  

                     Cap Ras desde los acantilados encima de la playa de Garbet. 

Playa de Garbet, Coll de Sant Antoni y al fondo el Coll de Frare. 

Este pino arrasado por el viento sigue vivo a pesar de todo...

Por encima de la playa de Garbet azotados por la tramontana

Cala de les Assutzenes al fondo. 

Cala de les Assutzenes. 

Llançà. En su puerto acaba la 1º etapa del GR92. 

El camino ahora sigue toda la orilla del Mare Nostrum, entre pequeñas calas y chalets que mancillan el paisaje para llegar finalmente al Port de Llançà, donde acaba oficialmente esta etapa y podemos desayunar y tomar un café. No obstante el camino es muy agradable y con curiosas estampas. 

Llançà. A la derecha las montañas que protegen a Sant Pere de Rodes. 

Esculturas naturalísticas de un artista local. 

Ibicenca imagen, fruto de la polarización natural. 

El GR92 sigue la línea costera en este tramo. 

Un contraluz...

No creo que sea necesaria la traducción de esta bonita placa comemorativa. 
El destino que les esperó en los campos de concentración del Rossellón
fué un duro final a tan penosa marcha. Os aconsejo un libro precioso
llamado La maternidad de Elna, que narra los esfuerzos de una maestra
suiza que salvó a 400 niños de esos campos ( además de 200 niños judíos)
 en un país ocupado por los nazis. Esta extraordinaria mujer se llamaba
Elisabeth Eidenbenz y fué galardonada, entre otros premios, 
con la Legión de Honor Francesa y la Creu de Sant Jordi.
Falleció en el 2011 a la edad de 93 años. 

Llegando al Port de Llançà. 

Merecido descanso y almuerzo en el Port de LLançà. 

Sin prisas pero sin pausa, para tratar de evitar las horas de máxima insolación en la subida que aún nos queda, subimos unas escaleras desde el puerto para seguir el camino que bordea los acantilados, al lado de una pequeña cala. El resto del GR 92 coincide con el Camí de Ronda y por tanto va bordeando la costa hasta El Port de la Selva, entre calas y rocas, engalanadas con muchísimas flores que aportan un matiz de color. 

Pequeña cala nada mas salir del Port de Llançà. El curioso
espigón aislado del fondo se construyó para proteger
la bocana del puerto del furioso mar. 

Aquí se aprecia muy bien lo comentado. Al fondo el Coll de
Frare y detrás Portbou, de donde venimos. 

Una de las innumerables calas por las que pasa el GR92. 

Pasada una urbanización bajamos a la  Playa del 
Cau del Llop, que quiere decir guarida del lobo.


Vista de dicha cala desde el Camí de Ronda. 

Lagartica colilarga (Psammodromus algirus), 
con una coloración muy melánica. 

Mirando atrás contemplamos de donde venimos. Que lejos se ve...

Cabo y Faro de S'Arnella. En esta zona se mantiene el artículo S'
habitual tan sólo en las Islas Baleares. La razón es que dichas 
islas fueron repobladas con gerundenses de esta zona. 

Escarabajo longicorne de la familia de los cerambícidos, de largas antenas.
Posiblemente la especie es Agapanthia asphodeli, puesto que es muy 
similar al descrito en el blog de Javi Atrio.  

Seguimos con un rosario de calas en un entorno demasiado urbanizado. 



Nota de color en los acantilados. 



El castillo de Sant Salvador de Verdera y abajo el monasterio 

benedictino de Sant Pere de Rodes, por el que pasa el GR 11. 



Tapiz de la invasora uña de gato (Carpobrotus edulis)

que se intenta erradicar en algunas zonas. 



Vista de El Port de la Selva. 

Un día extrordinario para la práctica del windsurfing

Tras una reparadora cerveza en la gasolinera de la entrada del pueblo, tomamos la carretera hacia Cadaquès, que abandonamos pasado el Cementerio. Se toma entonces un ancho camino con una moderada pendiente, que luego se convierte en un sendero con muy buenas vistas hacia la bahía de El Port de La Selva.  El sol pega de valiente, pero preferimos hacer esta parte de subida antes de comer. Ascendemos hasta una loma donde el camino entronca con una pista. 

Inicio de la subida

Como casi siempre no dejo de fijarme en los líquenes. 

Vista de la bahía de El Port de la Selva, el Cabo de S'Arnella y 
al fondo a la derecha el Coll de Frare, de donde venimos.

Magnífico y cuidado camino entre brezos, jaras y ginestas. 

Bonita jaça (cabaña de pastores) en el llano donde el 
sendero enlaza con un pista que seguiremos hacia el Sur.

Seguimos a continuación una pista que va en dirección al Puig dels Bufadors, que bordearemos por la izquierda. Llegamos a una zona llana con ganado vacuno, subiendo luego por un camino que pasa al lado del Mas dels Bufadors (en ruinas), al pie del Puig dels Bufadors. 

Puig dels Bufadors. A su izquierda el collado que lleva a Cadaquès y 
debajo a la derecha el Mas dels Bufadors y la loma por la que pasa el GR 92.

Masía derruida en la pista. 

Cuesta de creer que las vacas medren en tan mediterráneo paisaje...

Y como muestra un botón: jaras, ginestas, encinas...

Al lado del camino que sube al Mas del Bufadors 
unos curiosos muros de piedra seca. 

Mas del Bufadors debajo del pico del mismo nombre. 

Sólo nos queda un corto tramo de ascensión por la carena que conduce al Puig del Bufadors, pero que abandonamos por un camino bien señalizado hacia la izquierda. Un corto flanqueo nos conduce a una collado, con una magnífica vista sobre el Cap de Creus y Cadaquès. Aprovechamos para comer junto a un curioso muro de piedra que atraviesa el camino. 

Carena del Puig dels Bufadors. Se ve el poste que 
señala el desvío  hacía la izquierda. 

Loma que hemos recorrido y al fondo Portbou detras del Coll de Frare.

Cantueso (Lavandula stocheas). En Alicante se elabora
un licor del mismo nombre con dicha aromática.

Última subida del día hacia un collado sin nombre.

Curiosa valla de piedra que cruza el camino del GR92. 

Y la reparadora comida sentados en ella. 

Al fondo el Cap de Creus con su faro. 

Nuestro destino: Cadaquès. A la izquierda el camino de bajada. 

Sólo nos queda un agradable descenso, por un precioso camino, entre bancales de antiguos olivares (algunos se empiezan a recuperar), bordeado por cuidados muros de piedra seca. Llegamos finalmente al pueblo, donde una cerveza junto a la playa nos permite disfrutar de un merecido descanso. El viento ha parado en la bajada y el calor se ha hecho notar. Nos fallan los taxis para volver a Portbou, pero un buen samaritano  hijo del Montseny (junto a su novia venezolana) nos lleva hasta Portbou negándose a aceptar ni siquiera la gasolina. 


Bajando hacia Cadaquès. 

Antiguos bancales cubiertos de ginestas. 

Junto a bancales recuperados. 

Artísticos muros...

Puig del Bufadors y collado del que venimos. 

¡Que bonita manera de llegar a Cadaquès!

El tramo final esta plagado de chumberas. 

Y finalmente recalamos en la localidad. 

Disfrutando de su bonito puerto. 

En el pueblo hay diversas estatuas, especialmente dedicadas a su ilustre morador Salvador Dalí, que vivía entre la cercana Port LLigat y el Castillo de Púbol. También hay una curiosa estatua de la Libertad. 






Enlace 3º Etapa: de Cadaquès a Roses. Pinchar aquí.