Entre cielo y mar

Entre cielo y mar

martes, 13 de octubre de 2015

GR92: 4º y 5º etapas: de Roses a El Cortalet y de El Cortalet a L'Escala.

GR 92: Roses-Castelló d'Empúries-El Cortalet-Aiguamolls de l'Empordà-Riu Fluvià-Sant Pere Pescador-L'Armentera-Sant Martí d'Empúries-L'Escala. 
(11 de Octubre de 2015)

Datos técnicos: 37,39 km (16,80 km+20,49 km), 195 m de desnivel positivo, 9h de marcha con paradas.  Agua y comida en todo el trayecto, al pasarse por diversas poblaciones. 

Etapa muy mal señalizada, en la que es fácil extraviarse, ya que hay pocas marcas y muy desgastadas. Los postes son casi la única referencia y muchos están doblados o arrancados por el vandalismo. Vale la pena llevar mapa o GPS. Hay que llevar dos coches o coger un taxi, ya que entre el origen y el destino no hay autobús. 

Se trata de dos etapas de transición que atraviesan la bahía de Roses por el interior, excepto en el tramo final de Empùries a l'Escala. Son totalmente llanas y se pueden realizar en una sola jornada en 8 horas. Nosotros tardamos algo más al entretenernos en los miradores de los Aiguamolls de l'Empordà y en visitar los núcleos de los pueblos, que en algunos casos era lo más interesante del recorrido. 

Dejamos el coche en la estación de autobuses de Roses, con la vana esperanza de hallar transporte. Tras un reparador café, bajamos hasta el paseo de la playa, para luego tomar la carretera  que pasa justo por debajo de la ciudadela. Luego se vuelve a tomar la carretera de Cadaquès. El camino discurre por carreteras y pistas para llegar a Castellò d'Empùries. Aunque el GR 92 no pasa por el centro histórico, vale la pena visitarlo, ya que es una población llena de historia. Tenía un barrio judío (residían 300 personas), que fueron expulsados en 1492 por orden de Isabel la Católica. Tiene ademas 4 conventos, un museo y un ecomuseo -harinera. Son notables también el puente viejo sobre La Muga y los restos de un antiguo hospital. 


Amaneciendo en la escollera de Roses. 

Un madrugador ornitólogo observando aves marinas. 

Ciudadela de Roses. Al fondo una de las 
muchas barbaridades urbanísticas. 

Desde la carretera una masía repleta de palomas. 

Salicornia, planta perfectamente adaptada a ambientes salinos. 

Bonitas inforescencias del lúpulo, 
imprescindible para hacer cerveza. 

Simetrías en el safareig (lavadero) de Castellò d'Empúries. 

Imposible que no os ponga unas texturas. 

Iglesia de Santa María. Tiene sin embargo dimensiones de catedral.
A pesar de los empeños de los condes nunca se consagró como tal. 

Lateral y torre posterior. 

Expectacular entrada. 

Un recuerdo al añorado Ovidi Montllor. Veinte años sin ti...

Salimos de Castellò d'Empúries por el puente nuevo en dirección sur para tomar una pista de tierra que nos llevará hasta el Cortalet, donde está el Centro de Interpretación de los Aiguamolls de l'Empordà. En la década de los 70 estuvieron a punto de desaparecer presa de la vorágine inmobiliaria, que llega hasta su límite con la horrososa Ampuriabrava, un pastiche que pretende ser una especia de Venecia, donde en vez de aparcar el coche se aparca el yate. 

Cruzando La Muga por el puente nuevo. 

Cortal d'en Fages. 

Curiosa señal de tráfico al llegar al Cortalet. 

Almorzando en El Cortalet. 

A continuación  se sigue un camino perfectamente marcado que conduce hasta la playa, dentro del Parque Natural. Era un domingo de puente y estaba repleto de gente, por lo que poca fauna pudimos ver. En días más normales vale la pena traer unos prismáticos y pararse en los múltiples miradores que jalonan el recorrido. 

Libélulas apareándose cerca de El Cortalet. 
Posiblemente del género Sympetrum

Aguait  (observatorio) del Matà. 
Eran antiguos silos de arroz, propiedad de la familia Senillosa.

Caminando por el sendero del Parque. 

Una de las múltiples lagunas desde un observatorio. 

Caballos en las marisma. Se trajeron desde La Camarga, ya que evitan 
que el cañizo lo invada todo, favoreciendo la biodiversidad. 

En lontananza el aguait de El Matà. . 

Aguilucho lagunero o arpella pàl-lida en catalán (Circus aeroginosus). 

Golfo de Roses. Al fondo el Cap Norfeu. 

La ruta pasa entre la playa y el camping, para atravesar por un puente de madera que conduce a los restos de una urbanización. Se pasa por una pista que conduce a un camino que transcurre por el margen del rio Fluviá hasta el puente en Sant Pere Pescador que nos cruzará al otro lado. Se toma entonces otra pista que nos llevará hasta L'Armentera, donde comimos en el estupendo Bar Catalunya. LLevabamos comida, pero los bocatas hacían muy buena pinta y las olivas que nos pusieron estaban buenísimas. 

Gola del Fluvià. Al fondo El Pení y Roses. 

Caminando por el margen del Fluvià. 

Curiosa figura de una nutria. De hecho el rio Fluvià
es de los más limpios de Catalunya y por ello
tiene una importante población de nutrias. 

Cruzando el Fluviá a la altura d Sant Pere Pescador. 

L'Armentera, donde comimos. 

Queda ahora un trayecto por pista hasta Sant Martí d'Empùries, con alguna curiosidad por el camino como vereís. Afortunadamente sopla algo de brisa que hace más llevadero el camino. Las plantas de los pies ya están cansadas y es lo peor, ya que el desnivel ha sido mínimo y lo que se dice cansados tampoco estamos.  

Si os fijaís bien hay 3 señales de Stop, tanto en el firme como verticales. 

Iglesia de Santa Reparada en Cinclaus. Curioso nombre desde luego...

Atravesando un curioso arco. 

Saliendo de Cinclaus camino de Empùries.

Al llegar a la carretera giramos a la izquierda unos 500 metros para llegar a Sant Martí d'Empùries, sobre un montículo que domina el Mare nostrum y que es casi la única subida de la etapa. De la antigua colonia griega de Empùries se conservan diversos restos arqueológicos, aunque lo que más me gustó fué ver como aún perviven los restos del puerto después de más de 2000 años. 

La bahía de Roses desde Sant Martí d'Empùries. 

Al fondo L'Escala, fin de la etapa. 

Sant Martí d'Empùries. 

Pues no sabía que aquí nació el Capitán Trueno de mi infancia...

El puerto griego de Empùries. 

Muscleres grosses. 

Restos de Empùries. 

Finalizamos la etapa por el Camí de Ronda que nos llevará hasta L'Escala. Es un trayecto bonito, aunque había tanta gente que se hacía pesado. Tras un reparador refrigerio un taxi (Taxis Ayala) nos trasladó hasta Roses, comandado por el simpático Luis, cuya hermana vive curiosamente en Parets del Vallès. 

Camí de Ronda. 

La Foradada de l'Escala. No la tenía controlada. 

Garza real o bernat pescaire (Ardea cinerea) pescando en la playa. 

Contraluces en la playa. 

L'Escala.

Son famosas las anchoas saladas de l'Escala. 

Curioso monumento en L'Escala. 

Al volver en el taxi y explicarle al taxista (Luis) de donde veníamos y lo que estábamos haciendo le salió del alma la siguiente expresión: 

Para qué caminar... 
habiendo tanta gasolina pa quemar...

Apéndice: Que se puede ver en los Aiguamolls de l'Empordà un día sin gente... 

Os dejo una selección de imágenes tomadas en el Parque Natural a lo largo de unos cuantos años. Pocos son los años que no voy al menos una vez al año, sobre todo coincidiendo con la salida de aves marinas que organiza la APNAE. 

Cigüeña blanca. 

Martín pescador. 

Cerceta común. 

Faisán. 

Garcilla bueyera. 

 Anade azulón. 

Anade friso. 

Andarríos bastardo. 

Avefría. 

Garceta común. 

Flamenco. 

Pato cuchara. 

Gamo. 



Enlace 6º Etapas: de l'Escala a Torroella de Montgrí. Pinchar aquí. 

Enlace 3º Etapa: de Cadaquès a Roses. Pinchar aquí.