(15 de Diciembre de 2013)
Datos técnicos: 21,11 km, 624 m de desnivel positivo y 6 h de marcha con paradas. Conviene llevar agua, ya que, aunque se pasa por alguna fuente, es posible que no tengan agua.
Etapa del GR92 que se aparta de lo habitual hasta ahora, ya que en vez de seguir por la línea costera por el Camí de Ronda remonta enseguida por el interior hasta el macizo de les Cadiretes, para acabar al final de la etapa de nuevo junto al mar, en la localidad de Tossa, una de las más emblemáticas de la Costa Brava.
Salimos, tras tomar un café, del puerto de Sant Feliu de Guixols, atravesando parte de la localidad para tomar una pista que recorre la riera de les Comes. La mañana es fresca, pero despejada, presagiando que a medida que el sol ascienda subirán las temperaturas.
Salida del astro rey en el puerto de Sant Feliu de Guixols.
Monasterio de Sant Feliu.
Hasta una cancerígena uralita puede ser bonita...
Abandonamos el casco urbano de Sant Feliu de Guixols.
El camino sigue la riera de les Comes, para luego ascender hacia la derecha para atravesar una urbanización llamada La Casa Nova. Seguimos otro trozo por pista hasta tomar un desvío ya por camino hacia la derecha, en dirección hacia el Puig de Les Cols.
Caminando por el fondo de la riera de les Comes.
Gaudiniana decoración en una casa del camino.
Posiblemente sea el Mas Damià.
Urbanización la Casa Nova, que atravesamos. Al fondo el Puig de les Cols.
Unas texturas matutinas...
Dejamos la pista y tomamos el sendero que nos
llevará en dirección al Puig de les Cols.
La ruta sigue un camino que es más estrecho y pedregoso y gana altura para alcanzar un collado llamado coll de Vidre. Desde aquí el camino pasa a la vertiente oeste del Puig de Les Cols por el collado del mismo nombre. Pasa por el coll de l'Escorpí para girar al sur y llegar al coll de la Creu d'en Barraquer. La zona del Puig de les Cols es un conjunto de moles graníticas muy bonito, auténtica tentación para Obélix.
Puig de les Cols. A su derecha el collado del mismo nombre. A la izquierda el coll de la Creu d'en Barraquer, al que llegaremos por detrás.
Mirando atrás Sant Feliu de Guíxols.
Pasamos por una zona quemada hace años, en la que han
rebrotado los brezos y los madroños.
Coll de l'Escorpí.
Bonitos roquedos graníticos.
Puig de les Cols (417 m), al que no subimos. Creo que vale la pena ascenderlo.
Mas de uno podría ponerse a escalar...
Los bloques de granitos están curiosamente amontonados.
Desde la Creu d'en Barraquer el camino sigue hacia el oeste por pistas, pasando por un par de masías abandonadas hasta alcanzar el Pla de les Pinyaques, desde donde un corto ascenso nos llevara al Puig de les Cadiretes.
Momentos de reagrupamiento.
A buen ritmo por pistas entre alcornoques.
Siempre hay algo interesante para fotografiar.
El Pirineo nevado desde Núria al Costabona. En primer término Llagostera.
Ya toca desayunar.
Esperando al grupo.
Contraluces en el bosque.
Ampliamos la foto anterior, desde Núria hasta el Canigó a la derecha.
Can Cabanyes, masia abandonada en el camino.
Los siempre fotogénico helechos.
"Amorrades al piló". Menhir d'en Llach.
No creo que sea "el menhir" de LLuís llach...
Para ti Ferran.
A falta de paisajes...buenos son los contraluces...
Abandonamos momentáneamente el GR92 en el Pla de le Pinyaques para ascender al punto culminante del macizo de Les Cadiretes. Las vistas desde el Puig de les Cadiretes (518 m) son magníficas y vale la pena por tanto perder unos minutos para su ascensión.
En el punto más alto de la etapa.
Al fondo la Serralada Litoral, Montserrat y el Montseny a la derecha.
Lo confieso...soy adicto a las texturas...
Afrontamos la parte final de la etapa volviendo al Pla de les Pinyaques y descendiendo por pistas entre alcornocales hacia Tossa de Mar, pasando por el coll de Sastre, ya con la costa a nuestra vista. El camino es bastante perdedor y serpentea entre las pistas forestales.
Grillo de matorral (Orthoptera spp) depositando los huevos
en la tierra con su oviscapto.
A partir de ahora descenderemos hacia el sur.
Es un corazón, pero pincha...
Bajando por intrincadas pistas.
Bosques de alcornoques (Quercus suber).
Descendemos con la costa al fondo, plagada de urbanizaciones.
Comemos en una terraza en Tossa de Mar, para acabar dando un paseo por su playa, disfrutando de los lugares donde Ava Gardner se enamoró de la Costa Brava y de alguna cosa más por lo que cuentan...
Playa de Tossa de Mar. A la derecha l'Illa.
Detalle de l'Illa, colonizada por aves marinas.
Castell de Tossa de Mar.
Comimos en una agradable y vacía terraza.
Despidiéndonos de la playa de Tossa.
Enlace 11º Etapa: de Tossa de Mar a Lloret de Mar. Pinchar aquí.
Enlace 9º Etapa: de Palamós a Sant Feliu de Guíxols. Pinchar aquí.