(30 de Diciembre de 2016)
Datos técnicos: 17,50 km, 269 m de desnivel positivo y 4,5 h de marcha con paradas. Agua y comida durante toda la etapa al discurrir mayoritariamente por el Camí de Ronda y los paseos de diversas localidades.
Tras una larga temporada, retomo el GR92 para acabar las 4 etapas que me quedan. De ellas la más complicada por logística es ésta, ya que el único transporte público son los autobuses de la empresa Sarfa, que salen desde la antigua Estación del Norte, con un largo traslado de 2 horas a la ida y a la vuelta, a lo que hay que sumar el tren hasta Parets del Vallès. Total, que he pasado más tiempo en tren y autobús que caminando...
Hoy tengo fiesta y aprovecho para hacer esta transitada etapa un viernes, esperando encontrar menos gente que lo habitual, al tratarse de un recorrido muy frecuentado, ya que es una zona muy urbanizada y con grandes y muy turísticas localidades. Sin embargo añado algunas fotos de Luis de la salida con el CEP para amenizar la entrada.
El recorrido transcurre en gran parte por los largos paseos marítimos de las localidades por donde pasa, haciéndose bastante pesado, aunque hay que decir que aceleras el paso, para disfrutar más de los sectores más rocosos y entretenidos, que son pocos pero muy bonitos, ofreciéndonos algunas de las vistas más notables de la Costa Brava.
La etapa se inicia en el puerto de Palamós, desde el que contemplamos el largo trayecto del paseo y el siguiente hito: la Torre Valentina. Desgraciadamente un enorme, achaparrado y horrible edificio construido a su lado afea notoriamente el paisaje. Es increíble que tales aberraciones urbanísticas se llegaran a autorizar.
Salida desde el puerto de Palamós.
Detalle del puerto y del largo paseo marítimo que recorreremos.
Monumento de Palamós a la gente del mar.
A buen paso por el paseo marítimo que recorre
la bahía de Palamós, plagado de monumentos.
Ya vemos la Torre Valentina y el espantoso edificio construido a su lado.
Otro monumento más, dedicado a los vientos.
Cruzamos por un puente la riera de Calonge. Hace ya un rato que
estamos, sin darnos cuenta ya que el paisaje es el mismo,
en Sant Antoni de Calonge.
Acabamos de recorrer la bahía de Palamós, para seguir por
la primera parte rocosa de la etapa, hasta la Torre Valentina.
Mirando atrás la larga bahía de Palamós.
Empezamos a ascender hacia la Torre Valentina por el Camí de Ronda.
Debajo la cala llamada Racó dels Homes.
El camino pasa justo por debajo de esta antigua
torre de vigía, hoy propiedad particular.
Detalle de la Torre Valentina.
Escondida entre los pinos.
Este sector es muy escarpado, aunque diversos caminos bajan hasta el mar.
En concreto éste baja hasta la llamada Cala Gran.
A partir de ahora viene un trayecto muy entretenido y bonito, con innumerables calas a las que descendemos, para atravesarlas y subir de nuevo hasta otras playas de limpias arenas, pequeñas, minúsculas y seguramente por ello más encantadoras. Nombraré sólo las más notorias . Finalmente acabamos en la larga playa de Platja d'Aro. Junto con la parte final del recorrido es lo mas destacable de esta etapa.
A la altura del Cap de Roques Planes. Debajo la cala del mismo nombre.
Curiosas formaciones graníticas.
Jugando con el HDR.
Seguimos bajando y subiendo. Al fondo la mas grande Cala Cristus.
Cala de la Roca del Paller.
La delicia de ver como las olas cubren las arenas.
Contraluz en la Roca del Paller.
Mirando atrás y debajo la Cala dels Esculls.
Pasamos la Cala del Forn, afeada por un camping,
y atravesando este pórtico la playa, más que
cala por extensión, de Cristus.
El grupo del CEP atravesando la cala. Cortesía de Luís Crespo.
Atravesamos esta bonita playa.
Ornada con esta curiosa y pulimentada roca.
Hay que esperar el momento propicio.
Este curioso personaje buscaba con un detector de metales.
Supongo que las monedas que los bañistas pierden en la playa.
Hacia atrás la Cala Cristus. Detrás el Cap de Roques Planes (en algún rótulo
llamado también de Penyes Blanques) y al fondo el puerto de Palamós.
Los pinos enraizan casi en cualquier sitio.
Unas texturas...por el amor de Dios...
Ascendemos de nuevo y vemos todavía mejor el Cap de Roques Planes
y al fondo el puerto de Palamós. Ya hemos recorrido un buen trecho.
La família casi al completo. Cortesía de Luís Crespo.
Seguimos por el Camí de Ronda por la zona de Cap Roig.
Una de las bajadas del GR92. Cortesía de Luís Crespo.
Congelando la espuma de las olas.
Todo es cuestión de seleccionar una obturación elevada.
El camino está muy trabajado en este sector.
La Cala de Cap Roig y detrás la Cala de Belladona. Al fondo Platja d'Aro.
Preciosa estampa de la Cala de Cap Roig.
Dejamos atrás el Cap Roig.
Atravesando la Cala de Belladona.
Esto si que es respetar a un pino...
Atravesamos otro túnel y llegamos a la Cala del Pi.
Vista de esta cala tras atravesarla y subir de nuevo.
Realmente esta cala es de los rincones más dulces de la Costa Brava.
Atravesamos un curioso túnel en las rocas.
Que se abre ya hacia Platja d'Aro.
Que horrorosos rascacielos...
Platja d'Aro, ya muy cerca.
Cala Sa Cova.
La Platja Rovira, antes de llegar a la Platja Gran de Platja d'Aro.
Platja d'Aro y la Platja Gran, que recorreremos a continuación por el paseo.
Enhiesta roca al inicio de la Platja Gran, llamada
Cavall Bernat. Como comprendereís es absurdo
llamar así a una roca de tan claro simbolismo fálico.
En realidad es una adaptación del mucho más claro
nombre popular: Carall Trempat.
La etapa del GR92 sigue por el largo paseo marítimo que sigue la Platja Gran de Platja d'Aro. Nos asalta un deja vú como el de Palamòs: Hay que apretar el paso para dejar rápidamente atrás este poco poético paisaje: el mar a nuestra izquierda y horribles edificios a nuestra derecha. Hay bastantes turistas franceses que ya empiezan a comer. El sendero se topa con dos obstáculos. El primero es la riera de Ridaura, que podríamos superar por la playa, pero de nada serviría, ya que enseguida topamos con el horrible y largo puerto deportivo de Platja d'Aro, que se adentra muchísimo paralelo al Ridaura. Por todo ello el GR92 sigue hacia arriba el Ridaura, cruza por el puente de la carretera y la sigue hasta superar el puerto, para volver hacia la costa para recuperar la línea del mar.
Cañizos en el cauce del Ridaura.
Extremo del largo y estrecho puerto deportivo de Platja d'Aro.
Detrás de estos pinos nos reencontramos con el mar, en la cala Sa Conca.
Toca ahora recorrer un segundo tramo rocoso por el Camí de Ronda por S'Agaró. Es una zona de élite, donde veranea la crem de la crem de la burguesía catalana, con una mansiones tipo Beverly Hills que te hacen preguntar que haces tu por aquí. Incluso la parte del Camí de Ronda está construida mucho más pija, todo bien pavimentado para que no se les estropeen los tacones a las señoras. Ni tiré fotos apenas y recurro a las de mi cuñado y a las del grupo del CEP. LLegamos finalmente a la platja de Sant Pol en S'Agaró, que atravesamos para afrontar el tercer tramo rocoso de la etapa, mucho más bonito.
Mirador en el Camí de Ronda. Ya se ve que el recorrido tiene mas
glamour en este sector. Cortesía de Luís Crespo.
Otro curioso pino en el camino. Sendero bien pavimentado, faltaría más,
no sea que se lesione la pijería de la zona...Cortesía de Luís Crespo.
El camino, en vez de subir y bajar, es perfectamente rectilíneo.
En la naturaleza casi las únicas líneas rectas son los cristales.
Cortesía de Luís Crespo.
Atravesando una zona de dunas en la Platja de Sant Pol.
Vista de la Platja de Sant Pol y el Cap Mort.
Este tercer y último tramo rocoso es muy bonito y de los más expectaculares y agrestes de la Costa Brava. Junto con el anterior de la Torre Valentina es sin duda lo mejor de la etapa. La luz ya no era muy buena (es preferible por la mañana) pero el paisaje sigue siendo digno de contemplarse. Aproveché para comer en un tranquilo rincón con unos bancos de piedra.
Dejamos atrás la platja de Sant Pol de S'Agaró.
Cala Maset.
Roquedos de granito rojo.
Llibertat, amnistía...y unas texturas cada dia...
Juegos del agua entre el granito rosado.
Aproveché para comer junto a estas rocas.
Disfrutando de los caprichos de la naturaleza.
Que nos colma con texturas a cada paso del camino.
De nuevo el camino pasa entre rocas, túneles,
o como en este caso, por esta bonita bóveda catalana.
El camino asciende hasta ganar en ocasiones la carretera,
debido a lo agreste de los acantilados. Siempre hay
detalles en los que fijarse.
Uno de los rincones más bonitos de la Costa Brava, en la zona de la
cala del Rap Penat, a la que sólo puede accederse en piragua.
Al fondo el Cap de Mort, último saliente de nuestro recorrido.
Cala y Cova del Rap Penat. La foto es de Google Earth.
Cala y Cova del Rap Penat. La foto es de Google Earth.
Detalle del roquedo.
Cala del Cap de Mort.
El camino requiere atención en este tramo.
Esto si que es GR y no el trozo de S'Agaró.
Nos despedimos de la Platja de Sant Pol.
Granitos acariciados por las últimas luces de la tarde.
Este sector estaba plagado de gaviotas patiamarillas (Larus argentatus).
Ahora recorremos un camino poco marcado, por caminos de tierra,
en los alrededores de la Cala de l'Ametller. La zona es muy bonita.
Cala Ametller. Es totalmente rocosa.
Decenas de gaviotas posadas en las rocas.
Abandonamos la entrada de la Cala Ametller.
Peligrosas rocas, llamadas Ses Balelles.
La conocida via ferrata de la Cala del Molí.
Atinado consejo al inicio de la via ferrata.
Cala Jonca. El GR 92 en vez de bajar y seguir por el puerto
sigue por la carretera hacia Sant Feliu de Guíxols.
Puerto de Sant Feliu de Guixols.
Finalizamos la etapa en la paya de Sant Feliu de Guíxols.
Un corto trayecto nos lleva a la estación de autobuses.
Enlace 10º Etapa: de Sant Feliu de Guíxols a Tossa de Mar. Pinchar aquí.
Enlace 8º Etapa: de Begur a Palamós. Pinchar aquí.
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